Los nutrientes para la piel

Los nutrientes para la piel
Los rayos solares son los principales agresores para la piel y una de las causas primordiales del envejecimiento y del desarrollo de melanomas.

La necesidad de cuidar nuestra piel es especialmente importante durante los meses venideros.
Si se pone en práctica una dieta que asegure el aporte correcto de todos los nutrientes básicos para la piel, podremos mantenerla en perfecto estado de salud, siempre y cuando no la sometamos después a baños de sol intenso sin ningún tipo de protección.

Nutrientes básicos para la piel
Los ácidos grasos insaturados como el ácido oleico, presente en el aceite de oliva y el aguacate, y la grasa presente en aceites de semillas, frutos secos oleaginosos y el pescado (sobre todo el azul) son imprescindibles para mantener una piel bien estructurada e hidratada.

La vitamina A ejerce un papel esencial en la renovación de la piel y de las mucosas. Se encuentra en los alimentos de origen animal: hígado, grasas lácteas, huevo, lácteos completos. El beta-caroteno, precursor de la vitamina A en el organismo, es abundante en las verduras de hoja verde y de coloración rojo-anaranjado-amarillento (zanahoria, tomate ) y en ciertas frutas (albaricoques, cerezas, melón, melocotón, nectarinas ).

La vitamina E actúa evitando la acumulación de radicales libres (acción antioxidante) que en verano aumentan por la acción de los rayos solares y provocan las denominadas "manchas de envejecimiento". Encontramos buena cantidad de vitamina E en los siguientes alimentos: germen de trigo y su aceite, aceite de soja, germen de cereales o cereales integrales, aceite de oliva virgen, vegetales de hoja verde y frutos secos.

La vitamina C es también un potente antioxidante y mejora la producción de colágeno, una proteína que mantiene la piel tersa y sin arrugas. La mejor forma de incorporar esta vitamina es a través de frutas y verduras frescas y crudas. Abunda en los siguientes alimentos de temporada: melón, fresas, moras, pimientos verdes, tomate y otros que también encontramos en el mercado como cítricos (naranjas, limones) y kiwi.

Las vitaminas del grupo B: actúan sobre el estado de la piel, cabello, mucosas e intervienen en los procesos de renovación celular, entre otras funciones. Aparecen en la mayoría de alimentos de origen vegetal (verduras, fruta fresca, frutos secos, cereales, legumbres) y en los de origen animal (carne y vísceras, pescado y marisco, huevos y en los productos lácteos). Se debe prestar especial atención a los folatos, vitamina que encontramos mayoritariamente en la verdura de hoja verde, legumbres verdes, frutas, cereales de desayuno enriquecidos, hígado y levadura de cerveza.

El selenio: es un mineral con acción antioxidante, relacionado con un menor riesgo de aparición de ciertos tumores, entre ellos el de piel o melanoma. Se encuentra en: carne, pescado, marisco, cereales, huevos, frutas y verduras.

El zinc: favorece la formación de nuevas proteínas (renovación celular), participa en la lucha contra los radicales libres, favorece el buen estado de la piel y las mucosas, proporcionando tonicidad y elasticidad a la piel. Abunda en: carnes, vísceras, pescado, huevos, cereales integrales y legumbres.

Alimentación para el cuidado de la piel
Existen alimentos que colaboran de sobremanera para mantener la piel sana, limpia, tersa y radiante como a todos nos gusta. Empleándolos en tu alimentación diaria notarás las diferencias. Por esto mismo, nunca está de más tenerlos en cuenta si te place verte bien.

Algunos alimentos son geniales para el cuidado de la piel. Por eso mismo nunca está de más tenerlos a mano para emplearlos en la alimentación diaria. Pueden venirle muy bien a tu cutis.

El brócoli es un excelente vegetal para la piel. Es que, al igual que otras plantas de la misma familia como la col o el repollo, contiene sustancias que protegen a la piel de agresiones externas. También las nueces son muy buenas para la piel, ya que aportan ácidos grasos esenciales para el cutis.

También, como ya es sabido, la avena es muy buena para tu piel. Ella te proveerá de fibra y colaborará con la eliminación de toxinas. El aguacate es otro de los alimentos clásicos que siempre le vienen bien a la piel. Sobre todo por las grasas sanas e intoxicantes que posee.

Cómo influye la alimentación sobre nuestra piel
La frase “eres lo que comes” no solo se aplica a lo relacionado con la nutrición en general. Algunas investigaciones sugieren que ingerir alimentos ricos en proteinas y en ciertas vitaminas y minerales pueden brindar importantes efectos anti-age.

“Aún cuando no quedan dudas acerca del hecho de que la dieta que llevan las personas afectan a la salud de las mismas en general, recién ahora estamos entendiendo cómo ciertas comidas o la falta e ella puede impactar sobre la salud de la piel en particular”, explica la dermatóloga Susan Taylor durante la última reunión llevada a cabo por la American Academy of Dermatology de los Estados Unidos. “Además, hay inclusive estudios demostrativos de que ciertas comidas y bebidas pueden empeorar condiciones de la piel y causar reacciones alérgicas que se manifiestan en esa zona del cuerpo”.

Las recomendaciones para que uno no solamente se nutra al comer, sino que también pueda mantener su piel sana son diversas:

• Elegir y comer al menos 85 gramos de cereales, arroz, pastas o panes de grano entero
• Comer una variedad amplia de frutas y vegetales, incluyendo aquellos de color verde intenso y naranja
• Ingerir alimentos ricos en calico, tales como leche descremada o baja en grasas y otros productos lácteos
• Incluir carnes rojas, pescados y aves bajos en grasos
“Estos alimentos se caracterizan, en general, por contener una parte valiosa de vitaminas y minerales, que influyen directamente sobre la piel –explica Taylor-. Las investigaciones muestran, por ejemplo, que los antioxidantes presentes en las vitaminas C y E pueden proteger a la piel del daño solar, y que también ayudan a reducir el daño sobre las células causado por los radicales libres. Todo lo que conlleva al envejecimiento de la piel. Por otro lado, tenemos pruebas de que la biotina de la vitamina B es responsable de formar la base de la piel, el cabello y las uñas, y que la vitamina A (presente en muchas frutas y vegetales) mantiene y repara el tejido cutáneo. Sin un aporte adecuado de dichas vitaminas, la piel, el pelo y las uñas enseguida darán cuenta de esa carencia.”

Aún cuando aún no se ha estudiado en profundidad la relación directa entre el consumo de las comidas y el daño a la piel, hay una investigación científica en particular que relaciona la ingesta de nutrientes con la aparición de las arrugas cutáneas. El mismo muestra que, aún exponiéndose al sol, las personas que consumen altas dosis de vegetales, aceite de oliva, legumbres y grasas monoinsaturadas, sumados a una baja ingesta de azúcar y lácteos grasosos manifiestan menos arrugas que aquellas que siguen una dieta diferente a esta.

Por otro lado, hay males que se agravan con ciertas comidas. El acné se vincula con los triglicéridos; la rosácea, con el alcohol y los alimentos picantes; el eczema, a su vez, suele relacionarse con los huevos, los maníes, la soja, y ciertos pescados, aunque esto es tan amplio que a ciertas personas les provocan picazón el chocolate, el café, los tomates y el azúcar.

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