¿Sabías que la obesidad es un problema de salud pública que afecta a millones de personas en el mundo?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2016 más de 1900 millones de adultos tenían sobrepeso y más de 650 millones eran obesos.
La obesidad se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Se mide mediante el índice de masa corporal (IMC), que se calcula dividiendo el peso en kilos por el cuadrado de la altura en metros. Un IMC igual o superior a 30 se considera obesidad.
La obesidad puede causar diversas complicaciones, como diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, apnea del sueño, artrosis y algunos tipos de cáncer. Además, puede afectar la calidad de vida y la autoestima de las personas que la padecen.
Para prevenir y tratar la obesidad, se recomienda seguir una alimentación saludable y hacer ejercicio físico regularmente. Sin embargo, en algunos casos, estas medidas no son suficientes y se requiere una intervención quirúrgica.
La cirugía para la obesidad, también llamada cirugía bariátrica o metabólica, consiste en modificar el tracto digestivo para reducir la ingesta o la absorción de alimentos. Existen diferentes técnicas quirúrgicas, como el bypass gástrico, la gastrectomía vertical o la banda gástrica ajustable.
La cirugía para la obesidad tiene como objetivo mejorar la salud y el bienestar de las personas con obesidad severa o mórbida, que no han logrado perder peso con otros métodos. Según un estudio publicado en la Revista Médica Clínica Las Condes, esta cirugía puede disminuir más del 20% del peso corporal en pocos meses y mejorar las condiciones asociadas a la obesidad.
Sin embargo, la cirugía para la obesidad también tiene algunos riesgos y efectos secundarios, como infecciones, hemorragias, fístulas, deficiencias nutricionales o intolerancias alimentarias. Por eso, es importante que las personas que se someten a esta cirugía reciban un seguimiento médico y nutricional adecuado y mantengan hábitos de vida saludables.
La cirugía para la obesidad es una opción terapéutica que puede cambiar la vida de muchas personas con obesidad.