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Actividad física recomendable para personas con cirugías barbáricas

Actividad física recomendable para personas con cirugías barbáricas

Recomendamos:
Caminata: Actividad de bajo impacto ideal para comenzar después de una cirugía. Puedes comenzar con paseos cortos y gradualmente aumentar la distancia y la intensidad.

Natación: Una excelente opción, ya que el agua soporta el peso del cuerpo, reduciendo el estrés en las articulaciones. Ayuda a mejorar la resistencia cardiovascular y fortalece los músculos.

Ejercicios de fuerza: Es crucial para preservar la masa muscular y aumentar el metabolismo. Se recomienda trabajar con un entrenador o fisioterapeuta para evitar lesiones.

Yoga y Pilates: Ayudan a mejorar la flexibilidad, el equilibrio y la postura. Reducen el estrés, esencial en la recuperación y pérdida de peso.

Ejercicios aeróbicos de bajo impacto: Ciclismo estacionario o el uso de una elíptica son ideales para mejorar la resistencia cardiovascular sin poner demasiada presión en las articulaciones.

BENEFICIOS

Pérdida de Peso Sostenible
Mejora de la Salud Cardiovascular
Control de la Diabetes
Fortalecimiento Muscular
Mejora del Estado de Ánimo
Aumento de la Energía
Control del Hambre
Mejora de la Autoestima
Prevención de Complicaciones quirúrgicas

Es esencial recordar que la actividad física debe ser adaptada a las necesidades individuales y supervisada por un profesional de la salud o un entrenador experimentado, especialmente en los primeros meses después de la cirugía. Consulta siempre a tu equipo médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios.

La actividad física es un componente esencial en el viaje hacia la recuperación y el mantenimiento del peso después de una cirugía bariátrica. Proporciona una serie de beneficios para la salud física y mental, y puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de quienes han pasado por este tipo de intervenciones.

Cirugía bariátrica: tratamiento pre operatorio

Cirugía bariátrica: tratamiento pre operatorio

Es fundamental abordar el tratamiento preoperatorio de pacientes obesos de manera exhaustiva y personalizada. Requiere un enfoque multidisciplinario para garantizar el éxito a largo plazo.

Evaluación del paciente:
Es esencial realizar una evaluación completa del paciente incluyendo historia clínica detallada, exámenes físicos, evaluación psicológica y pruebas diagnósticas pertinentes. La identificación de comorbilidades, como la diabetes tipo 2, hipertensión arterial y apnea del sueño, es crucial para planificar la cirugía.

Educación del paciente:
Es un pilar fundamental en el tratamiento preoperatorio. Los pacientes deben comprender los riesgos y beneficios de la cirugía, así como los cambios en el estilo de vida necesarios después de la operación incluyendo la necesidad de una dieta equilibrada y actividad física regular.

Pérdida de peso preoperatoria:
Se recomienda una pérdida de peso preoperatoria. Esto puede reducir el tamaño del hígado y mejorar la accesibilidad quirúrgica.

Evaluación psicológica: Es crucial realizar una evaluación psicológica exhaustiva para identificar posibles problemas como la depresión o la alimentación emocional. Los pacientes pueden requerir apoyo continuo antes y después de la cirugía.

Evaluación nutricional:
Una evaluación nutricional precisa ayuda a identificar deficiencias nutricionales y desarrollar un plan de suplementación adecuado. También educar a los pacientes sobre las pautas dietéticas postoperatorias.

Optimización médica:
Es importante optimizar las condiciones médicas del paciente. Esto puede incluir el control de la diabetes, la hipertensión y otras comorbilidades. Además, se deben ajustar los medicamentos que el paciente pueda estar tomando.

Apoyo continuo:
El tratamiento preoperatorio no concluye con la cirugía.
Los pacientes requieren apoyo continuo en forma de seguimiento médico regular, apoyo psicológico y asesoramiento nutricional. Esto es fundamental para mantener la pérdida de peso a largo plazo y prevenir complicaciones.

Tres preguntas, tres respuestas

Tres preguntas, tres respuestas

BUENAS TARDES.
Hoy respondo a tres preguntas que todos los pacientes traen a la primera consulta cuando inician el camino de su pérdida de peso.

¿QUÉ CUIDADOS DEBO TENER DESPUÉS DE UNA CIRUGÍA BARIÁTRICA?
Una nueva dieta saludable
Come y bebe despacio.
Come cantidades pequeñas.
Bebe líquidos entre las comidas.
Mastica los alimentos por completo.
Prioriza los alimentos ricos en proteínas.
Evita los alimentos con alto contenido de grasa y azúcar.
Toma los suplementos de vitaminas y minerales recomendados.

¿CUÁNTO TIEMPO DURA LA RECUPERACIÓN DE UNA CIRUGÍA BARIÁTRICA?
Dos semanas después de la cirugía ya podrás realizar tus actividades cotidianas sin exigir esfuerzos, así que podrás caminar, trabajar (sin levantar peso), cocinar, manejar o pasear por el parque sin problema alguno.

¿QUÉ NO DEBE COMER UN BARIÁTRICO?
No puedes tomar arroces secos tipo paella ni pasta al dente. Nunca bebas mientras comes, debes hacerlo solo 20-30 minutos antes o después de comer. No tomes bebidas carbonatadas ni azucaradas, ya que pueden producirte malestar gástrico.

Grasas buenas, grasas malas

Grasas buenas, grasas malas

Las grasas "buenas" protegen al cuerpo contra enfermedade del corazón; las grasas "malas" plantean una amenaza al sistema del corazón y vasos sanguíneos.

Son sustancias orgánicas, sus moléculas están compuestas principalmente por átomos de carbono, oxígeno e hidrógeno. Contienen ácidos grasos. Por ejemplo: maní, atún, margarina, mantequilla.

FUNCIONES
Almacenar energía, crear tejidos que aíslen del frío, proteger órganos, participar en la absorción de vitaminas y la síntesis de hormonas, conformar membranas celulares y envolver el tejido nervioso.

ÁCIDOS GRASOS ESCENCIALES
Sustancias que el cuerpo humano necesita para su buen funcionamiento y no puede producir por sí mismo.

GRASAS TRANS
Proceso por el cual las grasas insaturadas se convierten en saturadas.
Solidifica los aceites, dan textura especial, menos vulnerables a la rancidez.

¿POR QUÉ SON PELIGROSAS?
Favorecen la acumulación de colesterol (LDL) en las paredes de las arterias dificultando la circulación de la sangre, afectando todos los órganos y tejidos, incluyendo el cerebro.

Las grasas trans presentan todos los riesgos de las grasas saturadas, pero además disminuyen el llamado “colesterol bueno”: el colesterol de alta densidad (HDL). El HDL colabora con el mantenimiento de las paredes internas de las venas, previniendo la arteriosclerosis, los paros cardíacos y los derrames cerebrales.

Un consumo excesivo de cualquier tipo de grasa favorece la acumulación excesiva de tejido adiposo (grasas) en el cuerpo.
Pueden contrarrestarse con un mejor estilo de vida.

GRASAS INSATURADAS
Aceite de oliva; Maní; Atún; Aceitunas; Salmón; Sardinas; Palta (aguacate); Aceite de maíz; Nueces; Aceite de girasol; Almendras; Aceite de soja;

GRASAS SATURADAS
Carne de vaca; Quesos; Panceta (tocino; Piel de pollo; Achuras (vísceras); Helados de crema; Mantequilla; Carne de cerdo; Leche; Carne de cordero;

GRASAS TRANS
Margarina; Algunas galletas; Frituras en aceite reutilizado o que supere los 180 grados; La mayor parte de las comidas rápidas; Facturas; Snacks; Algunos platos; precocinados; Barras de cereal; Productos de pastelería industrial.