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Cuál es el rol de la actividad física en la obesidad?

Cuál es el rol de la actividad física en la obesidad?

Si bien el ejercicio aislado es sólo mínimamente efectivo en pacientes obesos, parece ser fundamental para su mantenimiento y la salud cardiovascular.

Composición corporal
El ejercicio estimula la pérdida de grasa y el aumento de masa magra muscular, lo que puede afectar la cantidad absoluta de peso perdido. En contraste, cuando se pierde peso sólo mediante dieta, hasta el 30% de la pérdida puede deberse sólo a la pérdida de masa muscular.

Los resultados de estudios observacionales en miles de personas mostraron efectos beneficiosos de la actividad física sobre la distribución de la grasa corporal determinada por la circunferencia de la cintura (CC), relación cintura/cadera (RCC) y relación cintura/muslo. No obstante, los resultados de estudios controlados fueron ambiguos.

Beneficios para la salud
Existen numerosas pruebas observacionales que apoyan el hecho de que la actividad física regular puede reducir la mortalidad por todas las causas y, en particular, la mortalidad cardiovascular.
La pérdida de 5% o 10% del peso inicial puede producir mejorías sustanciales en los factores de riesgo de enfermedad CV y DBT y conducir a una reducción o interrupción de la medicación.

Entrenamiento de resistencia

La mayoría de los estudios sobre ejercicio para el manejo de la obesidad se han enfocado en el ejercicio aeróbico.

En los programas de entrenamiento con pesas combinado con restricción dietaria no se modifica la pérdida absoluta de peso, en comparación con la dieta sola o la dieta más ejercicio aeróbico. No obstante, el entrenamiento de resistencia tiene un favorable efecto sobre la composición corporal en sujetos obesos que pierden peso por restricción alimentaria. Se demostró que por cada 10 kg perdidos sólo con dieta, 25% corresponde a masa magra. Otro estudio mostró que esta pérdida de masa magra podría evitarse con el agregado de un programa combinado de ejercicio aeróbico y de entrenamiento de fuerza.
observaron una pérdida de masa grasa del 69% con dieta, del 78% con dieta y ejercicio aeróbico, y del 97% con dieta, ejercicio aeróbico y pesas. Los estudios aún no han demostrado que el aumento del porcentaje de masa magra prevenga la disminución de la tasa metabólica basal asociada con la pérdida de peso.

Los resultados iniciales de estudios sobre entrenamiento de resistencia y marcadores de riesgo CV sugieren que la mejoría de la glucemia y de los marcadores de la inflamación depende más de la pérdida de peso que del ejercicio en sí.
Prescripción del ejercicio

Los datos sobre ejercicio y mortalidad en individuos obesos sugieren que existe una relación entre el volumen de ejercicio y la mortalidad y que se requiere un gasto de energía semanal de al menos 4 200 kcal (30 minutos o 2 millas de caminata rápida 5 veces por semana) para producir una reducción significativa en la mortalidad. Existe una similar relación entre el volumen de ejercicio y la modificación de los factores de riesgo CV. No obstante, parece y requerir más ejercicio para perder peso y mantener la pérdida.

Recomendaciones para prevenir la inactividad física

 Recomendaciones para prevenir la inactividad física

El tratamiento de la inactividad física en el envejecimiento se centra en la prevención de enfermedades e incapacidades y en realizar prescripciones de ejercicio físico que aumenten las expectativas de la vida diaria activa, así como al fomento de la independencia. Los programas de ejercicios recomendados para las personas ancianas se basan en programas diseñados para la población adulta general, cuyo entrenamiento debe durar entre 20 a 60 minutos y de 3 a 5 días a la semana con una intensidad entre el 50-80% de la frecuencia cardíaca máxima. Los ejercicios recomendados deben incluir grandes grupos musculares en movimiento y entrenamientos de resistencia de intensidad moderada para mantener la integridad ósea y el peso corporal. Para la población anciana, se aconseja que los programas se adapten a las necesidades y aptitudes de los individuos acentuando el mantenimiento de la flexibilidad, la fuerza, la coordinación y el equilibrio con ejercicios de intensidad e impacto más bajos. Incluyen la práctica de ejercicios que no entrañan la carga de un peso, como el ciclismo y la natación con una frecuencia de 5 a 7 días a la semana en periodos de entre 20 a 40 minutos. Estas intervenciones para prevenir la inactividad física ofrecen la oportunidad para aumentar la esperanza de vida activa.

Prevenir la inactividad física: lesiones deportivas más comunes
Son lesiones que se producen durante la práctica de actividades físicas o de algún deporte. Pueden ocurrir accidentalmente o como resultado de malas prácticas de entrenamiento. En la mayoría de los casos son debidos a la falta de ejercicios de calentamiento o estiramiento antes de cualquier programa de ejercicio físico. Las más comunes son: desgarros en músculos y tendones, esguinces, lesiones en la rodilla, fracturas y dislocaciones. Diferenciamos entre lesión deportiva aguda cuando ocurre repentinamente después de cualquier ejercicio y la lesión deportiva crónica ocurren después de practicar un deporte o hacer ejercicio por un largo tiempo. Las pautas generales para tratar las lesiones son las siguientes. Deje de hacer ejercicio cuando sienta dolor porque puede empeorar la lesión si continúa, consulte a su médico.

Reposo: Se debe reposar después de una lesión, valorado por un médico especialista y después empezar el período de rehabilitación.
Aplicación de frío local: Disminuye hinchazón, calma el dolor, reduce el espasmo muscular y favorece la recuperación. Aplicado desde bolsas de hielo envuelto en paños, geles, pulverizaciones frías o masajes con hielo.
Compresión: Realizadas por personas expertas, para reducir la hemorragia y el hinchazón o sujetar la articulación lesionada.
Elevación: Para ayudar a reducir la hinchazón, ponga el área lesionada sobre una almohada, y asegúrese de que quede a un nivel más alto que su corazón.


Prevenir la inactividad física: Errores más comunes
– No realizar el calentamiento previo al ejercicio físico o el estiramiento y la relajación de músculos.

– Ejercitarse con brusquedad o con una intensidad inadecuada.

– Ejercitarse en ayunas o después de comidas copiosas que puedan provocarle una hipoglucemia o una mala digestión. Consuma alimentos de fácil digestión.

– Utilizar una indumentaria y/o calzado inadecuado.

Qué es la cirugía metabólica?

Qué es la cirugía metabólica?

La cirugía metabólica se define como la serie de procedimientos quirúrgicos gastrointestinales encaminados al tratamiento de los trastornos metabólicos.
Hay creciente evidencia de que la cirugía puede lograr la remisión de la Diabetes tipo 2 (DM2) en pacientes con sobrepeso o con índices de masa corporal bajos (IMC <35 kg/m2).
Las últimas investigaciones muestran una resolución en el 64,7% de los pacientes operados.

Diabetes mellitus tipo 2
Cirugía metabólica o cirugía de la diabetes
La Diabetes Mellitus tipo 2 es un trastorno metabólico que se caracteriza por hiperglucemia (nivel alto de azúcar en la sangre) en el contexto de resistencia a la insulina y falta relativa de insulina a diferencia con la Diabetes Mellitus tipo 1, en la que hay una falta absoluta de insulina debido a la destrucción de los islotes pancreáticos.

Habitualmente la diabetes tipo II es asintomática.
Los síntomas clásicos de la diabetes son: sed excesiva, micción frecuente y hambre constante.

La diabetes tipo 2 representa alrededor del 90 % de los casos de diabetes, con el otro 10 % debido principalmente a la Diabetes Mellitus tipo 1 y la diabetes gestacional.
Se piensa que la obesidad es la causa primaria de la Diabetes Tipo 2 entre personas con predisposición genética a la enfermedad que puede disminuir la expectativa de vida de los pacientes.
Se la relaciona con enfermedades cardiovasculares, lesiones en nervios periféricos, pérdida visual e insuficiencia renal.
La diabetes tipo 2 es controlada inicialmente con el aumento de ejercicio y cambios en la dieta. Si la glucemia no baja adecuadamente con estas medidas, pueden ser necesarios medicamentos como los hipo glucemiantes orales por ejemplo metformina o la insulina. En los pacientes tratados con insulina, típicamente existe el requisito de revisar rutinariamente la glucemia.

Pacientes que califican para este procedimiento quirúrgico
Cirugía metabólica o cirugía de la diabetes
Los criterios para la selección de pacientes son los acordes con los Criterios de inclusión de la IFSO (International Federation for the Surgery of Obesity and Metabolic Disorders):

Aquellos pacientes con elevada resistencia a la insulina (necesidad de >60 unidades de insulina/día), con Hba1c>8% con triple terapia, u oscilaciones frecuentes de la glucosa con elevado riesgo de hipoglucemias serán candidatos prioritarios.

- Diabéticos tipo 2 (no los tipo 1)
- Pacientes con obesidad severa que tienen Diabetes Mellitus 2 como enfermedad asociada.
- Mayores de 25 y menores de 65 años.
- Se considera cuando la enfermedad del paciente no puede ser controlada con tratamientos médicos tradicionales (dieta; ejercicio físico y medicación).
- Con hiperglucemia o hemoglobina glicosilada por encima del 7% a pesar de tratamiento dietético y farmacológico correcto. Presencia de reserva funcional pancreática (péptido C > 3 ng/ml).
- Pacientes en condiciones especiales que el equipo considerará en cada caso individual.
- Resulta especialmente recomendable en pacientes con enfermedad de menos de 10 años de evolución.
- Menos de 5 años de insulina.
- Pacientes con sobrepeso o con índices de masa corporal bajos IMC mayor de 30 kg/m2.

Cómo actúan estas operaciones sobre la diabetes?
Cirugía metabólica o cirugía de la diabetes
La Cirugía Metabólica surge a partir de la Cirugía Bariátrica (cirugía para la obesidad mórbida).
Las modificaciones realizadas en estas operaciones aumentan factores liberadores de insulina lo que hace que a las semanas de realizada la operación, en mas de un 70% de casos, haya mejorado notoriamente las cifras de azúcar en sangre. Lo que viene a resolver que a pesar del enorme esfuerzo centrado en el tratamiento farmacológico, dietético, cambios en el estilo de vida y otras terapias, solamente se ha conseguido un éxito limitado en el control de la diabetes tipo II resultando efectivo en algunos sujetos e inadecuado en otros.

Existe la percepción general que la DM2 es una enfermedad crónica y progresiva en su naturaleza.

A diferencia de la cirugía bariátrica, la Cirugía Metabólica se puede realizar en pacientes con un IMC menor de 35 kg/m2, ya que el objetivo principal de la misma es el tratamiento de la diabetes y no de la obesidad.

Resultados de la cirugía metabólica
Cirugía metabólica o cirugía de la diabetes
En este tipo de cirugía se ha reportado remisión de la diabetes en un 85% de los casos y mejoría en un 15%.

Es ideal para pacientes que por algún motivo no pueden llevar de manera correcta su tratamiento o aquellos de difícil control.

Si el paciente es obeso una vez logrado el descenso de peso estos valores mejoran aún más consolidando la expectativa del mantenimiento de los resultados.

Los resultados luego de la cirugía demuestran disminución hasta incluso ausencia de la necesidad de medicación para la diabetes, dependiendo esto de cada caso en particular.

Se reducen los riesgos cardiovasculares, valores de lípidos en sangre y necesidad de medicación antiHipertensiva.

Cómo mantener la motivación para adelgazar

Cómo mantener la motivación para adelgazar

Se pensaba anteriormente que pesarte a diario podía causar ansiedad. Sin embargo, ahora Cornell University pone el dedo en el renglón y realiza una investigación cuyos resultados sugieren lo opuesto: Ver tus resultados positivos y reflejarlos en una gráfica ¡te motiva! Así que si tienes sobrepeso o quieres bajar esos kilitos o libras de más, pruébalo y cuéntanos tus resultados.

Sabemos que es muy importante controlar nuestro índice de masa corporal o IMC (haz clic aquí para calcular el tuyo), sobre todo si tendemos a tener sobrepeso. No es un secreto que bajar de peso —por complicado que sea— es más fácil que mantenernos en nuestro peso ideal. Una vez alcanzada la meta, ¿cuáles son nuestras alternativas para conservar nuestra figura?

Anotar puede hacer la diferencia
De acuerdo a un estudio realizado por unos investigadores de Cornell University hay un procedimiento muy sencillo que puede ayudarnos a mantener nuestro peso ideal, o bien contribuir a para quitarnos los kilitos o libras de más. ¿Qué se necesita? Una báscula personal o de baño (para aprender a elegir la que te conviene, haz clic aquí), y un archivo Excel o cualquier otro programa que te permita traducir los datos de la báscula en una gráfica para que puedas verlos. Aparentemente el visualizar el peso en el papel, te permite relacionar lo que comes y lo que pesas.

Hasta hace muy poco, existía la idea generalizada entre las personas que cuidamos nuestro peso por razones estéticas y de salud, de que deberíamos pesarnos una vez al mes o cuando más, una vez a la semana para tener un comparación correcta de la variación de nuestro peso. Esta idea está cambiando a partir de nuevas investigaciones que indican que llevar un registro diario de nuestro peso facilitará la pérdida de los kilos o libras que tenemos de más, o bien, nos ayudará a mantener nuestro peso ideal una vez que lo hayamos alcanzando.

Este estudio, publicado en el Journal Obesity, muestra estadísticas que indican que el 40 por ciento de las personas que han estado bajo algún programa o régimen alimenticio, acompañado de actividad física programada para perder peso, regresan al sobrepeso un año después de terminar dicha dieta. Lo que puede resultar más desalentador es que 100% de las personas que consiguen bajar de peso con algún tipo de régimen físico o nutricional “rebotan a un estado de sobrepeso después de cinco años de haber concluido el programa de su elección”.

Por el otro lado de acuerdo al estudio, David Levitsky, profesor de Nutrición y Psicología de Cornell University, reportó que en el primer año, las 162 personas que estuvieron con algún tratamiento para perder peso y que llevaron un registro diario de su peso, lo consiguieron, y que para el segundo año, casi todos los hombres y las mujeres que continuaron llevando el registro de su peso, no mostraron un incremento significativo de peso.

El aspecto psicológico en la pérdida de peso
El mismo Levitsky y sus colaboradores mencionaron que no hay manera de medir la “motivación psicológica” que llevó a las personas que participaron en el estudio a tener resultados positivos en el mantenimiento de su peso ideal; pero, sabemos que la depresión y la ansiedad pueden llevar a una sobrealimentación y, con ello, al sobrepeso.

O sea, una persona que es disciplinada en su alimentación y ejercicio cotidiano y como resultado de su esfuerzo logra bajar de peso, se motiva día a día al ver que “la báscula no lo lleva de regreso a la obesidad”. Aquí el factor de avance reflejado en una gráfica, que muestra cómo la meta se va acercando cada día, puede ser un hecho determinante para el éxito del programa.

Por otro lado, The National Institutes of Health publicó en su sitio web un estudio sobre las personas que llevaron el control de su peso, con excelentes resultados para los participantes. Las personas que llevaron dicho control perdieron más peso conforme fueron más disciplinados llevando el registro, tanto de su peso, como de su alimentación, así como de aquellos que incluyeron el consumo diario de calorías y el tipo y el tiempo de ejercicio y la actividad física realizada durante los primeros dos años y medio del programa indicado por los profesionales de la salud.

Un asunto relevante de este estudio fue que las personas involucradas tuvieron acceso a conversaciones virtuales con otros participantes y con especialistas en nutrición y actividad física, de modo que había un factor de motivación en juego. Quienes participaban más en las actividades de grupo llegaron a perder más de ocho kilos (17.63 libras) en seis meses; en cambio, los menos integrados a las actividades, incluyendo el registro programado de su peso, perdieron apenas poco más de un kilo ( de una libra) en el mismo lapso de tiempo.

Al parecer estamos ante una nueva “práctica” para perder peso, con dos componentes nuevos muy efectivos: uno, el registro de nuestro peso corporal (con su gráfica) diariamente, y dos, la participación de automotivación y atención psicológica en grupo; que sumados, facilitarán y potencializarán el trabajo de los médicos y los nutricionistas.

Recomendaciones para perder peso y mantenernos en nuestro peso ideal
Es muy necesario que si has detectado que la ropa te aprieta o que te sientes incómodo(a) con tu imagen, busques ayuda profesional calificada. No hay mejor manera de lograr tus objetivos. No te auto-mediques ni sigas dietas de moda. A continuación, te damos algunas sugerencias bastante sencillas que te podrían ayudar a perder peso

Lleva un registro diario de tu peso.
Vacía los datos en un programa que genere la información del avance en una gráfica.
Obtén asesoría de profesionales de la salud como un nutricionista certificado, tu médico, un instructor de actividad física calificado.
Pertenece a una comunidad que está bajo algún régimen para bajar de peso, estos grupos te motivarán a seguir con el programa de tu elección y te facilitará la pérdida de peso.
De ser posible, obtén asesoría psicológica y motivacional para que avances en el programa de tu elección.
Así que no te des por vencido, si estás listo para intentar perder peso, lograrlo y mantenerte, recuerda de añadir el mantener un registro de tu peso diario y de llevar una gráfica para que puedas visualizar el descenso y así motivarte para llegar a tu objetivo y después poder seguir celebrando tu logro.