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Me enojo y como: Pasos para afrontarlo

Me enojo y como: Pasos para afrontarlo

El enojo es una de las emociones que suelen favorecer la impulsividad por la comida. Muchos de nuestros pacientes suelen explicarnos que cuando se cabrean con alguien o con algo se van a la cocina y pican, o bien se descontrolan en las cantidades cuando les toca la hora de la comida.

1º paso: ser consciente que estoy enojado

Muchas veces estamos enojados y ni siquiera queremos admitirlo, ya no a los demás, sino a nosotros mismos. Por ello, cuando estemos en este estado es importante atender a las señales físicas: como aprieto la mandíbula, las tensiones que tengo en el cuello, brazos… También darse cuenta como es mi pensamiento circular contra ese hecho que nos ha molestado.

2º paso: como es mi actitud frente al

Por ejemplo, darme cuenta como alimento el enojo, cómo le estoy dando mil vueltas a lo mismo para no soltarlo o para no asumir mi parte.

También puede pasar justo lo contrario, que no quiera reconocer que me he enfadado y esté desviando mi atención, pero mi enfado sigue ahí, presente de mi cabeza.

3ºpaso: Vivir plenamente el enojo y soltarlo.

Permitirme sentir ese enojo con qué cosas de mi me conectan. Ayuda hablarlo con alguien o escribirlo. Es decir lo sacamos, para luego poder dejarlo marchar. Porque no nos olvidemos que si estamos enfadados más de la cuenta, es una emoción que nos hace daño a nosotros mismos principalmente.

Darme cuenta cuál es mi parte en todo esto, no solo ver la parte del otro. Aceptar que yo también me equivoco e incluso que yo también podría haber podido hacer un acto parecido.

Puede servir también el realizar alguna actividad física, como correr, natación… en la que podamos descargar toda esta tensión acumulada.

Y finalmente, si lo vemos apropiado a las circunstancias, puede ser muy liberador expresarle al otro nuestro enfado y lo que nos ha pasado, sin culparlo ni agredirlo.

El 61% tiene sobrepeso pero sólo el 48% se percibe por encima de su peso ideal

El 30% de los argentinos sigue una dieta pero la mayoría es por restricciones médicas y sólo el 11% lo hace para bajar de peso. No obstante, el 73% expresa su deseo de cambiar hábitos alimentarios.

Tres de cada diez argentinos mayores de 16 años sigue una dieta alimentaria, pero sólo uno de cada diez lo hace para bajar de peso. Así lo reveló un estudio de alcance nacional realizado este mes por UADE y Voices!, que se desarrolló en el marco de las actividades del Centro de Investigaciones Sociales (CIS) y tuvo por objetivo relevar percepciones y hábitos de los argentinos en torno a la alimentación y la salud.

Casi la mitad de los argentinos (48%) afirma estar por encima de su peso ideal. La percepción de encontrarse por encima del peso ideal propio es levemente más alta entre las mujeres (50% vs. 45% en los hombres), entre quienes tienen entre 30 y 49 años (53% vs. 49% de los mayores de esa edad y 41% de los más jóvenes), entre los ciudadanos de nivel socioeconómico medio y alto (52% vs. 44% entre los de nivel bajo) y entre los que recibieron educación media o superior (53% y 54% respectivamente vs. 412% entre quienes sólo recibieron educación primaria).

Un dato interesante a tener en cuenta es que si bien sólo el 48% se percibe por encima de su peso ideal, el porcentaje de argentinos con sobrepeso en mucho mayor: según la 4º Encuesta Nacional de Factores de Riesgos (2018) el 61,6% de la población argentina tiene sobrepeso y obesidad. Este desajuste entre la percepción y la realidad es una tendencia que está en alza desde hace varios años en Estados Unidos: personas con sobrepeso e incluso obesas que se sienten bien con su peso y lo creen saludable.

Hábitos saludables
No obstante, el estudio realizado por la UADE en Argentina reveló que el 73% de los ciudadanos expresa la necesidad de algún tipo de cambio en sus hábitos alimenticios.
El 61% tiene sobrepeso pero sólo el 48% se percibe por encima de su peso ideal

Específicamente, el 55% manifestó que debería cambiar sólo algunos de sus hábitos alimenticios, mientras que el 18% alegó que debería cambiar radicalmente los mismos. La expresión de necesidad de un cambio radical en los hábitos de alimentación fue más alta entre las mujeres (21% vs. 14% de los hombres), entre quienes poseen entre 30 y 49 años (22%), entre los residentes del Gran Buenos Aires (25%) y entre los ciudadanos de menor nivel educativo (20% entre quienes accedieron únicamente a la educación primaria vs. 18% entre quienes poseen educación secundaria y 12% en aquellos que cuentan con algún tipo de educación superior).

“La preocupación por una alimentación más saludable forma parte de la agenda de los argentinos y resulta evidente que cada vez existe mayor conciencia al respecto. Es notorio que un 73% de los encuestados haya expresado la necesidad de algún tipo de cambio en sus hábitos alimenticios por diferentes motivos. Sin embargo, si bien casi la mitad de los argentinos (48%) manifestó que su peso actual es superior al ideal, sólo un 11% afirmó realizar algún tipo de dieta para bajar de peso. A su vez, sólo un 5% señaló que realiza alguna dieta orientada simplemente a comer mejor. Por otra parte, un 40% afirmó que los fines de semana suelen cuidar menos su alimentación. En efecto, todas estas conclusiones ponen de manifiesto que, aun cuando hay una mayor conciencia de la población sobre la importancia de una alimentación saludable, todavía existe un importante camino por recorrer para que esa conciencia se transforme en hábitos de consumo más sanos que repercutan positivamente en la salud”, analizó el secretario académico de UADE, Andrés Cuesta.

Dietas y consejos de influencers
El rol de las redes sociales se ha incrementado en los últimos años, al mismo tiempo que la popularidad de diversas figuras y referentes sociales en distintos ámbitos.

Casi 3 de cada 10 argentinos (27%) afirma seguir en redes sociales a referentes / influencers en alimentación. Esta aserción es más usual entre las mujeres (30% vs. 24% de los hombres), los más jóvenes (35% de los que tienen entre 16 y 29 años) y los sectores socioeconómicos medios (31% vs. 28% en alto y 24% en bajo, respectivamente). A su vez, esta es más frecuente cuanto más alto es el nivel educativo alcanzado (22% entre quienes poseen educación primaria, 32% en educación secundaria y 34% entre quienes cuentan con algún tipo de educación superior). Esta tendencia es muy riesgosa para la salud porque un buen plan alimentario es aquel dado por profesionales idóneos (nutricionistas) adaptados para cada paciente, de acuerdo a sus particularidades.

Al respecto, la directora ejecutiva de Voices!, Constanza Cilley aseveró que “los lineamientos de una alimentación saludable deben ser provistos por las autoridades sanitarias y este es un desafío del Estado”.

Otras problemáticas
En el estudio de la UADE, uno de cada 20 encuestados (0,5%) declaró sufrir de celiaquía, mientras que 1 de cada 50 manifestó padecer de anorexia (0,2%) y la misma proporción bulimia (0,2%).

Fines de semana
En la encuesta de opinión sobre percepciones y hábitos alimentarios de la UADE, el 40% de los argentinos (y el 48 de los porteños) afirmó cuidar menos su alimentación los fines de semana.

Cuáles son concretamente los beneficios de la cirugía bariátrica?

Cuáles son concretamente los beneficios de la cirugía bariátrica?

Disminución del apetito.
Disminución de los niveles plasmáticos de Ghrelina: hormona que estimula el hambre producida en el estómago.
Marcado descenso de peso.
Aprendizaje de una nueva conducta alimentaria: qué, cómo y cuánto comer.
Entendimiento de lo importante que es la actividad física y mayor estímulo para realizarla.
Mejora o revierte la gran mayoría de las enfermedades asociadas a la obesidad (principalmente: hipertensión, diabetes, apneas del sueño, reflujo gastroesofágico).
Se suspende o disminuye la medicación necesaria para el tratamiento de patologías asociadas a la obesidad.
Mejora la movilidad, disminuyen los dolores corporales inespecíficos.
Mejora la calidad de vida, autoestima, el estado de ánimo, las relaciones interpersonales.

Soy candidato a la cirugía bariátrica?

Soy candidato a la cirugía bariátrica?

Se pueden enunciar ciertos requisitos generales:

IMC de 40 kg./m2 (obesidad mórbida) en adelante.
IMC entre 35 y 39 kg./m2 (obesidad severa) asociado a otras patologías como por ejemplo: hipertensión arterial, diabetes, trastornos cardiovasculares, trastornos articulares, trastornos del sueño, disfunción sexual, etc.
Edad: entre 18 y 65 años.
Antecedente de reiterados intentos de descenso de peso bajo un plan completo (dieta, ejercicio, tratamiento psicológico, medicación) supervisado por profesionales, sin obtener buenos resultados, ni tampoco persistentes en el tiempo.
Entendimiento por parte del paciente del tipo de cirugía que se le indica, sus beneficios, posibles riesgos y complicaciones.
Compromiso con el plan de tratamiento, que implica un profundo cambio de conductas (nutrición, actividad física), tanto en el prequirúrgico como a largo plazo.
Paciente considerado apto para operarse por parte de todo el Equipo Multidisciplinario.
Sin embargo, esta respuesta se la dará su médico luego de una detallada evaluación por parte de todo el equipo de profesionales. Si desea obtener un diagnóstico adecuado, solicite una consulta.