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Seguimiento inmediato tras cirugía bariátrica

Seguimiento inmediato tras cirugía bariátrica
Comida tras un bypass 

Nuestra nutricionista te llevará de la mano y contactará contigo semanalmente. Tras la cirugía tomarás líquidos durante 10-14 días y purés durante 10-14 días más con una textura cada vez más “potente”. Los líquidos vuelven a ser batidos de proteínas, caldos, zumos y lácteos. El puré inicial lleva caldo, clara de huevo y sémola y el más “grueso” lleva patata, pollo y va diluido con caldo. El día 20 postcirugía puedes asistir a una cena de amigos y comer media croqueta (sin trocitos) y 2/3 de un pescado blanco sin que nadie note que estás operad@.
Desde el día 25-30 la dieta es libre aunque hay que ir probando comidas diferentes porque algunas inicialmente te pueden caer “raro”. Nosotros te iremos explicando todo esto.

Actividad física tras cirugía de obesidad

Puedes andar el mismo día de la cirugía, y los días siguientes sin problemas. Recomendamos el primer mes, hasta que el paciente pueda comer cantidades de proteínas correctas solo andar o ejercicios suaves (elíptica o cinta suave).
A partir del primer mes pueden hacerse ejercicios intensos, aunque Celeste adaptará tu ejercicio a tus hábitos de ejercicio, tu edad y tu índice de masa corporal.

Vuelta al trabajo tras cirugía bariátrica

Un autónomo con una actividad laboral no intensa puede trabajar al 10º día postcirugía. Un trabajador por cuenta ajena, con nuestro informe de alta del hospital podrá reincorporarse a los 10-14 días de la cirugía con facilidad. La clave de la diferencia es la flexibilidad horaria. Si el paciente puede ir de 9 a 14 y decir “esta tarde no vuelvo que estoy cansado”, entonces puede trabajar en 4-5 días desde la cirugía, pero si debe cumplir un horario estricto necesita más días. El motivo no es que el paciente sienta dolor, sino que como toma pocas proteínas (porque a su vez toma poco volumen) está “flojo” y nota lo que llamamos “fatiga postoperatoria”: cansancio antes de lo normal y necesidad diaria de 1-2 horas más de sueño durante algunos días.

El ejercicio: una forma estupenda de fortalecer huesos y articulaciones

El ejercicio: una forma estupenda de fortalecer huesos y articulaciones

Los problemas en las articulaciones son muy comunes en los adultos, sobre todo en la tercera edad, ya que estas se gastan con el paso del tiempo y pueden causar dolor. Un consejo para disminuir el efecto del paso de los años es hacer ejercicio. Descubre qué tipo de actividad es mejor para mantener tus articulaciones fuertes y sanas.

“Los años no vienen solos”, dice el dicho popular. Y el cuerpo lo sabe muy bien. Es frecuente, por ejemplo, que con el paso del tiempo aparezcan dolores en las articulaciones y nos cueste más trabajo hacer ciertos movimientos que de niños nos resultaban tan sencillos y naturales.

La articulación se encuentran en donde se unen dos o más huesos, como la rodilla, la cadera, el codo o el hombro. Esta puede dañarse por muchos motivos, como la artritis o su uso continuo, que hace que se desgaste y cause dolor, rigidez e inflamación.

Afortunadamente, aunque no podamos detener la rueda del tiempo, hay dos acciones que si podemos tomar para demorar sus efectos en la salud: una alimentación sana y una rutina de ejercicios. Por ejemplo, la actividad física regular te ayuda a:

Mantener la densidad de los huesos a medida que envejeces.
Disminuir el dolor en las articulaciones.
Evitar esos kilos o libras de más que pueden ejercer más peso sobre las articulaciones.
Mantener el equilibrio y, de ese modo, evitar caídas que puedan dañar tus huesos y tus articulaciones.
Y si de ponerse en movimiento se trata, hay algunas actividades que son más efectivas que otras para mantener las articulaciones sanas y protegidas. Toma nota:

Ejercicios de fortalecimiento: tener músculos más fuertes ayuda a hacer más lenta la pérdida de la densidad ósea y prevenir la osteoporosis, así como a proteger las articulaciones. Se pueden hacer usando pesas, máquinas, bandas o simplemente el peso de tu propio cuerpo. Pero hay que hacerlos bien para que no te lastimes y para que obtengas los beneficios.

Ejercicios aeróbicos: están diseñados para aumentar la circulación de oxígeno en tu cuerpo. Pueden ser de fuerza o resistencia, como subir escaleras, bailar o caminar, o más livianos, como montar en bicicleta o nadar. Los primeros aceleran el ritmo cardíaco y te ayudan a mantener los huesos fuertes y las articulaciones saludables mientras que los segundos salen al rescate de los músculos, el corazón y los pulmones, aunque no son la mejor opción para reforzar los huesos.

Ejercicios de flexibilidad y equilibrio: te ayudan a mantener la capacidad de los movimientos. Por ejemplo, puedes hacer estiramiento, yoga o Tai Chi, al menos tres veces por semana, teniendo cuidado de no estirarte demasiado y de precalentar el cuerpo unos minutos antes, para evitar lesiones.
Los ejercicios en el agua también han demostrado ser efectivos para fortalecer los músculos y evitar caídas. Pero sea cual fuere el que elijas, recuerda que siempre debes consultar con tu médico antes de iniciar cualquier rutina nueva de ejercicios, para que pueda orientarte y advertirte si es que debes evitar algún tipo de movimientos o actividad si tienes alguna condición de salud.

Asimismo, aprende a distinguir el “dolor sano” de un dolor por una lesión, para evitar problemas. Desde luego, empieza poco a poco, sin exigirte de más, y agrega más intensidad sólo después de un tiempo, cuando tu cuerpo esté listo para avanzar.

Con estos datos, ya estás preparado para combatir el paso del tiempo. ¿Qué esperas para ponerte en acción? Es la clave para fortalecer tus huesos y tus articulaciones.

Cómo se prepara un bypass gástrico?

Cómo se prepara un bypass gástrico?

¿CÓMO SE PREPARA UN BYPASS GÁSTRICO?, ¿CÓMO ES LA RECUPERACIÓN DE UNA CIRUGÍA BARIÁTRICA?

ANTES DE LA CIRUGÍA: EVALUACIÓN, ESTUDIO PREOPERATORIO Y PREPARACIÓN A LA CIRUGÍA.

Antes de la cirugía el paciente, hasta el mismo día de la cirugía, puede hacer vida normal en cuanto a trabajo y actividad física (excepto ejercicio de alta intensidad).
La evaluación la realizan el cirujano bariátrico, el nutricionista/endocrino y el psicólogo/psiquiatra trabajando integrados en nuestro equipo.
El primer día, en la primera consulta, al paciente lo ve y le informa el cirujano bariátrico. 

Una vez el paciente toma la decisión y comenzamos a prepararlo visita a nuestra psicóloga y nuestra nutricionista.
El estudio preoperatorio consta de analítica completa, electrocardiograma, radiografía de tórax y estudio de tracto digestivo superior con radiología o endoscopia. En algunos casos hacemos ecografía abdominal, pruebas funcionales respiratorias u otras que puedan ser necesarias por el tipo de paciente. En todos los casos se estudia la presencia de Helicobacter Pylori y se trata si da positivo.

Los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 requieren pruebas especiales: hemoglobina glicada A1, péptido C, y -en ocasiones, si hay dudas sobre si se trata de diabetes tipo 1 o tipo 2: Ac GAD (anti glutamato decarboxilasa), Ac IA2 (anti islotes de Langerhans) y Ac AAI (anti insulina).

A continuación, el paciente vuelve a ver al cirujano, revisan preoperatorio, le explica la preparación, se fija fecha y firman consentimientos informados.
La preparación a la cirugía consiste en optimizar las condiciones clínicas del paciente para mejorar la seguridad de la cirugía. La duración de la preparación depende del índice de masa corporal del paciente. 

¿Cómo hacemos la preparación a la cirugía?.
Del siguiente modo:
- Dieta líquida mediante batidos de proteínas saciantes, lácteos 0%, caldos desgrasados, jugos naturales colados.
- Mejorar la función cardiorrespiratoria:
---Andar media o una hora 2 veces diarias hasta la cirugía (o cualquier otra actividad física).
---Hacer fisioterapia respiratoria soplando un incentivador espiratorio 10 series, 10 veces diarias.
---No fumar o -si eres fumador- fumar un tercio de lo que fumabas antes.
- Optimizar enfermedades asociadas, sobre todo hipertensión (HTA) y diabetes tipo 2 (DMT2).

Durante este tiempo si el paciente lo necesitan, le enseñaremos como controlar diariamente su presion arterial -medida 2-3 veces en una semana- y la glucemia a diario en ayunas. 
El paciente tomará nota o si lo indicamos enviará por whatsapp diariamente y se ira ajustando el tratamiento y la medicación. 
Sobre todo en diabéticos hay que considerar que está con dieta líquida, por lo que hay que ajustarle la medicación, e incluso modificar el tipo de dieta líquida en función de las cifras. El objetivo es alcanzar cifras normales o < a 125. Una preparación con glucemias<150 debe ser modificada o no se está haciendo bien.


DESPUÉS DE LA CIRUGÍA: ESTANCIA EN EL HOSPITAL, COMIDA DESPUÉS DE UN BYPASS, ACTIVIDAD FÍSICA TRAS CIRUGÍA DE OBESIDAD Y VUELTA AL TRABAJO DESPUÉS DE LA CIRUGÍA BARIÁTRICA

Estancia en el hospital

La cirugía dura unos 90-120 minutos y el paciente NO va a terapia intensiva. Tampoco le colocamos sonda urinaria ni, sonda nasogástrica. Los drenajes dependeran de cada caso. Estará 2 horas en la zona de recuperación postanestésica y después subirá a la habitación. A las 2 horas de estar en la habitación indicaremos que se siente y comenzar a tomar líquidos con hielo a sorbos pequeños. Una hora después podrás andar por la habitación e ir al baño.
Al día siguiente (1 noche en el hospital, o a los 2 días) podrá irse a casa. Los criterios de alta son que "le tiren" las heridas de manera “controlada” y que tolere bien los líquidos, así como que sus constantes (temperatura y frecuencia cardíaca) sean normales, aunque la decisión final es del paciente.

Podemos hacer ejercicio si padecemos de osteoporosis?

Podemos hacer ejercicio si padecemos de osteoporosis?

Aunque parezca extraño, el padecer de osteoporosis no es un impedimento para hacer ejercicio y llevar una vida activa. A diferencia de lo que mucha gente piensa, el ejercicio te ayuda a fortalecer tus huesos y a evitar las dolorosas fracturas que suceden como consecuencia de la osteoporosis. Así que si te estabas preguntando si puedes hacer ejercicio a pesar de tener osteoporosis, la respuesta es un rotundo ¡sí!

Conozco el caso de Alicia, una mujer de casi 70 años, que sufrió una fractura de una vértebra mientras cargaba las bolsas del supermercado. Aunque te sorprenda, esta situación se puede presentar en personas que sufren de osteoporosis avanzada. La osteoporosis es una enfermedad que debilita los huesos, los vuelve frágiles y faltos de estructura. Es entonces cuando el riego de sufrir fracturas repentinas e inesperadas aumenta. La osteoporosis puede afectar tanto a los hombres como a las mujeres de cualquier edad, pero afecta más a las mujeres después de la menopausia, aunque en algunas ocasiones, puede iniciarse en la juventud. Sin embargo, sus efectos no se sienten de inmediato, pues la osteoporosis actúa como un ladrón silencioso que se hace visible ante una fractura dolorosa cuando ha pasado mucho tiempo debilitando los huesos.

Si hasta el fuerte abrazo de un ser querido, o el agacharte para amarrarte el zapato puede causarte una fractura si tienes osteoporosis , ¿cómo se puede hablar de hacer ejercicio con esta enfermedad?

Parece una idea descabellada, pero es posible. Aunque no lo creas, el hacer ejercicio, en lugar de causarte más fracturas puede ser el arma que tienes para combatirlas, pues al fortalecer tus músculos proteges a tus huesos.

Si antes de saber que tenías osteoporosis ya hacías ejercicio, ya tienes terreno ganado. Si no, nunca es tarde para comenzar a ejercitarte. La clave de hacer ejercicio cuando se sufre de osteoporosis, es encontrar una actividad sin riesgos y divertida que vaya de acuerdo a tus condiciones generales de salud y a la densidad de los huesos. Antes de empezar un programa de ejercicios, habla con tu médico. Es probable que él o ella te recomienden que te hagas un examen de la densidad ósea para evaluar en detalle el estado de tus huesos.

Los tres tipos de ejercicio que son recomendables para las personas con osteoporosis, son los siguientes:

1. Ejercicios fortalecedores: incluyen uso de pesas livianas, máquinas, bandas de resistencia o ejercicios acuáticos. Como su nombre lo indica, este tipo de ejercicios están diseñados para fortalecer tus músculos y los huesos de tus brazos y la parte superior de tu columna. Los ejercicios que estiran cuidadosamente la parte superior de tu espalda, los músculos entre tus hombros ayudan a mejorar la postura y a prevenir que pongas demasiada tensión en los huesos. Además, ayudan a mantener la densidad ósea.

2. Ejercicios aeróbicos de bajo impacto: estos ejercicios se hacen de pie, con tus huesos soportando tu peso. Algunos ejemplos de estos ejercicios son caminar, bailar, hacer ejercicios aeróbicos de bajo impacto, usar la máquina elíptica, subir escaleras o practicar jardinería. Estos ejercicios están diseñados para tus piernas, tus caderas y la parte baja de tu espina dorsal. Los ejercicios aeróbicos en el agua y el nadar pueden ser beneficiosos pero no ofrecen el impacto que tus huesos necesitan para evitar la pérdida de los minerales. Sin embargo, en los casos de osteoporosis extrema o de recuperación de fracturas, su médico se los podría recomendar.

3. Ejercicios de flexibilidad o estiramiento: Son ideales para mantener el equilibrio y para prevenir los desgarros musculares. Además, mientras más flexibilidad tengas, mejor será tu postura. Cuando tus articulaciones están duras y poco flexibles, los músculos abdominales y del pecho te tiran hacia delante, dándote una postura encorvada. Los ejercicios de estiramiento se deben hacer cuando tus músculos están calientes, luego de haber hecho otra sesión de ejercicios. Debes hacerlos con cuidado y despacio. Pregúntale a tu médico cuáles ejercicios de estiramiento son los mejores para ti.

Y como toda regla tiene sus excepciones, estos son los ejercicios que NO debes hacer si tienes osteoporosis:

Ejercicios de alto impacto como saltar, correr o trotar. Cuando tienes osteoporosis lo ideal es hacer ejercicio a un ritmo despacio y con movimientos controlados. El correr o saltar puede causar fracturas pues incrementa la compresión en tu espalda y en tus extremidades.
Ejercicios como sentadillas, en la máquina de remar, o de doblarte hacia adelante para tocar tus dedos de los pies. Estos movimientos aumentan la presión en tu columna vertebral e incrementan el riesgo de fracturas por esta causa. El practicar Yoga o jugar tenis y golf, tampoco es aconsejable.
Si no sabes a ciencia cierta si tienes osteoporosis o cómo está tu osteoporosis, habla con tu médico. No dejes de mantener una vida activa que puede ayudarte a prevenir fracturas graves y dolorosas e incluso privarte de tu independencia.